DALLA Comunità Beata María Troncatti – Santiago Renca – Cile
1. El Espíritu Santo, presencia que transforma.
Este es el tiempo del vino nuevo para poner en odres nuevos. Nos preguntamos:
A.- ¿qué actitudes debemos cultivar para vivir las relaciones diarias con renovado amor y esperanza: una señal de que "algo nuevo" está llegando?
Despojarnos para dejar entrar al Espíritu que nos sugerirá aquello que necesitamos para construir entre todas la comunidad del vino nuevo.
Conocernos entre nosotras/os (hermanas de la comunidad, laicos y jóvenes), respetando la particularidad de cada una/o Darnos tiempo de oración y reflexión personal.
B.- ¿Cómo podemos ayudarnos a ser más conscientes de la presencia activa y
transformadora del Espíritu Santo en nuestra experiencia personal y comunitaria, en la vida de los niños, los jóvenes y las personas que encontramos?
– Compartiendo experiencias de lo que el Espíritu nos va suscitando
– Rezando con mayor conciencia las oraciones al Espíritu, escritas o espontáneas.
– Leer la realidad con ojos de fe, iluminadas por la Palabra.
C.- ¿Está nuestro corazón atento para percibir su voz, su luz?
No siempre, porque a veces nos distraemos en las diversas actividades de la misión o del quehacer cotidiano.
Hay ocasiones en que invocándolo los hemos sentido con fuerza. También cuando hemos estado atentas a sus mociones interiores.
2.- Las comunidades, lugares donde se genera vida.
Preguntémonos:
a.- ¿por qué el coloquio, que según Don Bosco es la llave que abre los corazones, ha caído en desuso en algunas de nuestras realidades? Os invito a buscar las razones con una actitud serena y de oración, teniendo en cuenta las diversas situaciones personales y comunitarias y su importancia para crecer en comunión (cf C 34).
– Por falta de conocimiento entre nosotras y nuestra superiora. Este conocimiento crece cuando experimentamos actitudes fraternas de algunas personas, entonces puedo decirle aquello en lo que me puede ayudar.
– Por malas experiencias que hemos tenido donde se ha faltado al secreto de lo que se comparte.
– A veces, en vez de ayudar a buscar soluciones, dan “recetas” de lo que una debe hacer.
– Porque la superiora pareciera creer más a situaciones que le han referido y que no corresponden a la realidad o a la intención que una tuvo.
– Muchas veces no damos el salto de los límites humanos al plano de la fe.